Las Misas de Aguinaldo.


LAS MISAS DE AGUINALD




Las Misas de Aguinaldos suelen ser un acontecimiento en los pueblos y aún en las ciudades. Por ejemplo, como narra don Rómulo Gallegos en su novela “La Trepadora”, en las misas de las madrugadas decembrinas que celebrada el párroco de la Iglesia de Cantarrana, estaba presente el alegre chispear de las maracas y el roncar del furruco, “a tiempo que se elevaban voces agudas y vibrantes entonando los aguinaldos al Niño Jesús”.

En la Iglesia Católica tiene su antecedente en las vigilias que San Francisco de Asís pone en práctica desde diciembre del año 1223 en la comarca italiana llamada Greccio, y que más tarde se generalizará y convertirá en novenario de celebraciones eucarísticas acompañadas de salmos, villancicos y canciones de navidad.

Un documento del Papa Sixto V fechado el 5 de agosto de 1585, otorgaba gracia a este Hemisferio, para que se cantaran Misa de aguinaldos durante nueve días consecutivos antes de la Pascua de Navidad, en las primeras horas de la mañana. La Bula Papal concedía indulgencia plenaria los que confesados y comulgado, asistieran a esas Misas. En Venezuela comprenden una costumbre muy antigua que se remonta al inicio de la colonización. Como es lógico suponer, por tratarse de una práctica corriente en el mundo cristiano y el seguro interés de los evangelizadores misioneros que, muchos de ellos, eran religiosos pertenecientes a las órdenes franciscana y dominicos.

Las Misas de Aguinaldos comienzan el día 16 de diciembre y culminan a media noche del día 24 con la celebración del rito especial de primera clase del triple nacimiento de Nuestro Señor. (Primero, celebra principalmente el nacimiento temporal de Jesús; segundo, solemniza el nacimiento de Jesucristo en el corazón de los creyentes; y la tercera celebración, es por el nacimiento del Verbo en el seno del Padre).

La práctica de las misas de aguinaldos y las costumbres de preparar pesebres o nacimientos para la celebración y conmemoración de la natividad de Nuestro Señor Jesucristo, se ha mantenido con el tiempo, a pesar de los cambios sociales y las influencias de otras culturas. Por cierto es de recordar que precisamente en un Informe del Gobernador y Capitán General de Venezuela don Juan Guillelmi, enviado al Rey con fecha 9 de noviembre de 1790, le decía que “resulta ser inmemorial aquí; la costumbre de celebrar el Nacimiento del Señor, en casas de personas particulares, de conocida piedad, religión y distinción, ya en los conventos y ya en las de Pardos de igual piedad, siempre con la mayor decencia y decoro, tan grande como el que yo he visto en Madrid y en otros pueblos principales de España”. En el presente, entre las pocas parroquias caraqueñas que lucha por mantenerla vigencia de las misas de aguinaldos en las madrugadas, a partir del 16 de diciembre, está la localizada en la Urbanización Santa Cecilia, donde el presbítero Alfredo León pone su empeño y fervor cristiano en la defensa del cultivo de esa ancestral costumbre. En cuanto a los aguinaldos; según dejó escrito el insigne Maestro Vicente Emilio Solo (Guatire, 1887; Caracas, 1974), gran recopilador y autor en nuestro país: “Los antiguos villancicos venezolanos compuestos para el Nacimiento eran de ingenua melodía y desprovistos de rítmicas complicaciones; la estructura conocida del aguinaldo, de posterior aparición, tiene cierta complejidad característica, propia de la danza y de la contradanza”.

Entre los aguinaldos venezolanos famosos y ya más que centenarios son por ejemplo: “Espléndida noche /Radiante de luz/Es la nochebuena /pues nació Jesús..” del reconocido músico y compositor Ricardo Pérez. Otro autor muy recordado es Rafael Izaza, con su: “De contento /Voy Cantando/Al Dios Niño/Celebrando” También es inolvidable entre los autores del siglo pasado Rogelio Caraballo, con su: “Niño Venturoso /Fruto de María/Derrama tus dones/Sobre el alma mía..”.

Resulta sinceramente lamentable que se esté casi olvidando en la actualidad, en nuestro país, una costumbre tan sana y de verdadero fervor cristiano como son las misas de aguinaldos en las madrugadas decembrinas; y como son también los aguinaldos y villancicos que, cuando comenzaba a oírse, verdaderamente contribuían a generar cambios favorables en la manera de actuar de las personas, es decir, preparaban nuestro espíritu y ánimo para iniciar un año más esperanzados.

Esperamos con añoranza el renacimiento generalizado de la costumbre venezolana de las misas de aguinaldos y de que, en la proximidad de la fecha conmemorativa del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, se escuchen también los aguinaldos, villancicos y canciones de navidad.



(Publicado en el diario La Religión, Caracas, jueves 18 de diciembre de 1991 en la página 2).Por Carmelo Paiva Palacios.

maestra Asuncion

Me llamo Asunción Reyes Paiva,soy Licenciada en Educación ,egresada de la UCV con Postgrado en Educacion Prescolar, tengo 31 años de servicio docente,trabajo en la Escuela Bolivariana Judith Daló Sandon, ubicada en Guarenas, Estado Miranda. He colaborado en talleres de elaboración de material didáctico, promoción de lectura y escritura y diseños de instrumentos de evaluación.

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